Trastear es el arte de buscar, rebuscar, encontrar, hacer un diagnótico y aplicar las soluciones.







Una mirada

Una de las provincias del departamento de Lima es Cañete. En ella existe un pueblecito llamado Quilmanà y en ese pueblecito un parque bien conocido llamado Parque Chavìn de Huantar. Dicho parque, situado al pie de la cordillera Andina y en pleno valle, es amplio, claro y limpio; por limpio me refiero a que està despejado de tanta vegetación como se suele ver en otros parques, teniendo para mi gusto la justa y necesaria. En el parque podemos encontrar también una réplica de Machu Picchu, otra de las pirámides de Egipto y otra, muy bien conseguida, de la Muralla China pudiendo caminar por ella en un bonito paseo ascendiendo dicha cordillera, con el Parque a la derecha y el Cementerio a la izquierda.
El día que yo lo visité, y mientras daba dicho paseo por la muralla, tuve la ocasión de presenciar a la izquierda, pues ya bajaba del paseo, un concierto de tres artistas famosos peruanos en el escenario del propio Parque y a la derecha un entierro, Para presenciar ambos a la vez sólo tenía que mirar al frente, o bien si sólo quería ver uno de los dos espectáculos me bastaba con girar la cabeza a uno u otro lado. Las músicas del concierto y de la banda de música del entierro se entrecruzaban en mis oídos. Cosas de la vida... A la izquierda bailaban y se divertían y a la derecha se lamentaban y lloraban.

Pues bien en dicho Parque existe también una zona dedicada a un pequeño zoológico. En ella hay una cierta variedad de animalitos sacados de sus zonas de origen y encerrados en pequeñas jaulas para gozo, diversión y vergüenza de la raza humana.
Casi todos estos animales son autóctonos del Propio Perú. Os imagináis con la maravilla de Sierra y Selva que tiene este País como deben vivir allí los animales, y os imagináis cuando son secuestrados de allí y encerrados en esas jaulitas cómo debe ser su existencia.

Esto que digo no es sólo para este Parque, es para todo los seres humanos, para que despertemos lo antes que podamos y nos demos cuenta que todos los seres somos iguales y que la única diferencia radica en que estamos aquí, en la tierra, viviendo experiencias diferentes. No hay ninguna raza superior a otra, ni ningún ser que se deba considerar con más privilegios que otro por el sólo hecho de tener el don de la palabra, hablo de la palabra porque la inteligencia tal vez deba ponerla un poco en duda cuando contemplo espectáculos de esta índole.

Los animales son también seres divinos, viviendo su experiencia, como nosotros la nuestra. Tienen su dignidad y como tal merecen respeto. Pero claro primero nosotros, los humanos, debemos empezar por respetarnos a nosotros mismos.

En esa visita fui acompañado por unas niñas y niños del propio Cañete, ellos llevaban y utilizaban las cámaras, algunos de ellos con cinco y seis añitos. Lo que grabaron y fotografiaron ya os lo iré mostrando. Como se suele decir " Para muestra un botòn ", valga está fotografía que tomó uno de ellos. Mi único trabajo ha consistido en el montaje de la misma. Es el vídeo que os muestro a continuación.





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