Castillo de Rospigliosi ( Diferencias culturales )

Los centros culturales de las naciones europeas en Lima, entre ellos el de España, ofrecen una rica y variada actividad cultural.

Hoy por la tarde tenía previsto asistir, en el Centro Cultural de España, a la tercera película de la trilogía azul, blanco y rojo del director polaco Krzysztof Kieślowski, para mi gusto uno de los mejores directores de cine. Vino anoche a visitarme un buen amigo y decidió acompañarme a ver el film. Pero en muchas ocasiones las cosas no son como planeamos.
Entre que la siesta la prolongué cinco minutos más de lo debido, el intenso tráfico por las calles de Lima y el hecho de no haber tomado un taxi en lugar del carro hizo que llegásemos tarde al centro cultural, con lo cual las puertas del salón de cine estaban cerradas y ya fue imposible entrar.

En vista que nuestros planes se habian malogrado decidimos simplemente caminar por el distrito de Lince, a unas cuadras de dicho centro, y por el cual nunca había tenido la oportunidad de pasear.
Por el paseo fui filmando aquellos lugares del distrito que más me llamaban la atención y los chistes y ocurrencias de mi amigo, me propone éste entonces visitar un bonito castillo existente en dicho distrito y del cual nunca había oido hablar.

CASTILLO DE ROSPIGLIOSI
El Castillo de Rospigliosi se encuentra en la cuadra cuatro de jirón Manuel Segura en el distrito de Lince y fue contruido por el doctor Rospigliosi con motivo de la visita que Alfonso XIII tenía previsto realizar a Perú, con la idea que el rey se pudiese hospedar en él dado la amistad que unia a ambos personajes históricos. Justo a la terminación del castillo y después de que el doctor hubiese sorteado miles de obstáculos para su construcción se declara en España la segunda república, con lo cual el rey Alfonso XIII tiene que abdicar y el doctor Rospigliosi se queda sin la tan ansiada visita habitando él su propio castillo.
Hoy el castillo es oficina de las fuerzas armadas de Perú.

Terminada nuestra visita continuamos nuestro agradable paseo Y continué con mis filmaciones.
Hacer una filmación en estas condiciones es algo muy agradable entre otras cosas porque el amigo que me acompañaba es una persona bien agradable y divertido.
Me propuso ir al Parque de las Américas ya en el distrito de San Isidro; por supuesto acepté.
El paseo hasta llegar a dicho parque también lo disfrute, por lo bello de las calles y por tan amena compañía.

El parque es bastante sencillo pero bello (Como todo lo sencillo). Rodeado de grandes edificios cuando entras en él tienes una sensación muy diferente a la que suele producir la ciudad, es en si mismo un microespacio de paz y tranquilidad. Acorde con esas sensaciones que me producía el lugar me puse a filmar las escenas que en él trancurrían, todas tenían su único y propio ritmo, todas guardaban su armonía, no veía la distorsión y tampoco yo sentí en ningún momento que la estaba rompiendo. Algunos niños jugaban, varias parejas conversaban o se cortejaban por las bancas dispersas por el parque, el serenazgo ejercia su vigilancia en la bicicleta y nosotros nos sentiamos a gusto y contentos.
Estube grabando con paciencia, placer e inspiración cada una de las escenas. En esto que 0bservo como una señora paseaba a una pequeña en el columpio, ya casi caía la tarde, la luz era muy suave y la escena me pareció digna de grabar y decidí hacerlo guardando las distancias y, según mi propia opinión, también el respeto. Al parecer la señora se sintió incómoda o molesta y llamó al serenazgo; éste llamó a otro, y este otro a otro y ya este último, considerandonos sujetos muy peligrosos, decidió llamar a la policía. Imaginais la escena.
Por supuesto se nos pidió la documentación y se nos tomó los datos para su posible registro policial.
No se puede grabar por la calle era el alegato policial.
Posiblemente tenga ya mi propia ficha policial acá en Perú, suponiendo que no traiga más consecuencias. sólo y exclusivamente por grabar en un parque público.

Tal vez es una cuestión de diferencias culturales.

Conversando hace poco con mi madre por teléfono me dice: Ten presente Manuel que el que está en un país extraño eres tú y por tanto tú debes acomodarte a sus costumbres no ellos a las tuyas.

¡Así es Madre! Pero el Castillo es bonito, el paseo fue agradable y mis intenciones son buenas.