Nadar y guardar la ropa

Don Antonio. Veo que quiere usted quedar bien ante los vecinos del Palmar y de su alcalde.
Esta bien. ¿Por qué no ?

Pero no le hace usted ningún favor a todos esos escritos anteriores suyos en que nos hablaba con esa sencillez y esa naturalidad sobre las cosas cotidianas y normales de la vida diaria.
Y de quien yo aprendía con tanta necesidad y con tanto fervor.

Es que verdaderamente somos un mar de contradicciones.

Y veo que tampoco capta usted el verdadero espíritu de la Plataforma.

La Plataforma está en contra de esos macrohoteles promovidos por "personas" imputadas en delitos de corrupción que destruyen todo cuanto se pone a su alcance y se llevan todos los benficios sin importarles para nada los vecinos del lugar. Que traen sus cuadrillas de fuera, que compran fuera y que el dinero se lo llevan fuera.

Y la plataforma está a favor de que el alcalde, el ayuntamiento se impliquen y le faciliten a los vecinos créditos, ayudas o subvenciones para que sean ellos los que construyan esos hoteles de que usted habla. Que el trabajo se los den a la gente de aquí, compren aquí y el dinero que ganen se invierta aquí.

Y de paso que demos un ejemplo al mundo de conservar y perservar nuestro entorno que falta hacen pequeñitos ejemplos como este. Que el camino se hace con pasos pequeñitos.

¿No cree ?

Por qué no le dice usted eso a los vecinos.

Por qué si usted ama tanto Vejer y su gente no les ayuda a creer en ellos mismos.

Por qué no les potencia su capacidad de generar ellos su propia riqueza.

Por qué no les ayuda y les cuenta que igual que han trabajado tan duro y con tantos sacrificios en el campo ahora lo pueden hacer mucho más relajados y con más beneficios en el turismo.

Por qué no les cuenta que existen cursos de formación para que aprendan a llevar sus propios negocios con la misma honradez que han trabajado en el campo.

La gente del campo necesitamos, imploramos, rogamos que alguien que sepa y con buena voluntad nos ayude a creer en nosotros mismos.

Por qué no les da confianza, hombre para contrarrestar un poquito el miedo.

Por qué no los anima y los insentiva y le dice que ellos PUEDEN.
Porque PUEDEN, o así lo veo yo y así lo creo.

Esos que vienen prometiendo el oro y el moro no son los grandes, no esos no son. Esos más o menos sabemos lo que son.

Los grandes, los honrados y los trabajadores son los vecinos del Palmar y usted lo sabe.

Por qué en lugar de ese turismo del que usted habla en su artículo no les habla a los vecinos que en El Palmar se paga por una quincena tres veces lo que se paga en cualquier otro lugar de la costa.

Por qué no les dice la verdad ¿O no la conoce...? y les habla de ese turismo que paga esas cantidades porque les encanta la forma de ser del Palmar. De sus playas y de sus vecinos.
Quiere que yo le diga cuanto se paga por una quincena en agosto en El Palmar. Infórmese.

No creo que ese turismo rebusque en la basura. Es más no creo que a ese turismo le importe siquiera que haya el tipo de turismo del que usted habla.
Y sabe ¿Por qué no les importa ? Porque son personas tolerantes, respetuosas, que saben que el mundo es de todos y que les encanta compartir.

Ese turismo viene también al Palmar. El que más viene.
Ese es el turismo que hay que potenciar no el de pulseras amarillas que lo gastan todo dentro de esas fortificaciones amuralladas. Que se asustan de las hormigas, de los perros y de todo cuanto represente naturaleza.

Sea sincero Don Antonio.

Y no me haga usted comparaciones con otros pueblos y si las hace sea también sincero y diga la verdad. Chiclana es ya el tercer pueblo con más paro de la provincia y va hacia abajo en picado.
¿Ese es el ejemplo?

Siempre lo había tenido a usted como un hombre amante de la sencillez.

Usted es un hombre curtido, con estudios, con fuertes experiencias en la vida.
Un hombre a quien respeto mucho.

Pero Don Antonio. Este mundo en el que vivimos hoy en día requiere de personas comprometidas y con visión de futuro, conscientes de que tenemos que desarrollarnos respetando nuestra madre, que por cierto no esta dentro de un convento hecha de madera. Nooo, esta cuando salimos de nuestras casas y respiramos el aire, y escuchamos los pájaros, y vemos las plantas y oimos a nuestros vecinos y nos bañamos en el mar.
De lo que usted siempre ha escrito y yo he aprendido, teniéndolo casi como un ídolo.

Un ídolo con los pies de barro... Ahora me doy cuenta.

Esa es nuestra madre. LA NATURALEZA.

Algún respeto le debemos. Digo yo.

No se puede, o al menos no se debe, "nadar y guardar la ropa"