La Confianza

Hace algunas días la plataforma me pidio que escribiese algo sobre el miedo.

Uhhhhh ¡El miedo..!


El miedo es el causante de la mayoría de los males que padece este planeta.

Sí, conozco el miedo. Conozco en carne propia por los caminos donde nos lleva el miedo.

Y sabéis una cosa. No se lo aconsejo a nadie. A nadie.

Si podéis ser valientes y evitarlo hacedlo. No le hagáis caso al miedo.

Cuando el miedo llegue hablaros a ustedes mismos con confianza, reforzad la confianza

Porque al universo si le habláis de miedo os dará miedos y si le habláis de confianza os dará confianza.

Ustedes, la mayoría de los presentes, no saben lo que está ocurriendo realmente en El Palmar.
No, no lo sabéis y es bueno que lo sepais. Ya no es una cuestión de hotel o no hotel.
Eso de los hoteles ya casi no tiene importancia, da igual. La naturaleza, el universo puede soportar el daño de las exacavadoras y las gruas. Lo que al universo más le duele es ver a sus hijos asustados.
Es una cuestión de miedo, casi de pánico.
Este ayuntamiento se está encargando de sembrar el miedo entre los vecinos de una forma muy concreta y muy real.

Estos políticos que se dedican a sembrar el miedo entre los seres humanos no saben lo que están haciendo. No, no lo saben. Ni saben las consecuencias que tiene el miedo.
¡Y se llaman democráticos!
Algún día ellos lo van a tener que vivir en sus propias carnes.
Espero que sea pronto.

Ese día que le pidan a Dios que estén confesados.


No, no le voy a hacer caso a la plataforma y os voy a hablar de confianza.

Porque desde lo más profundo de mi corazón y después de haber vivido la terrible experiencia del miedo. A todos mis hermanos, que son todos los seres del universo, sólo les puedo hablar desde la confianza, con confianza y deseándoles a todos confianza.

Porque en momentos como este sólo la confianza y la fe nos salvan.


No es bueno entretenerse demasiado en el pasado cuando llega el momento de reflexionar sobre él.
Hay que verlo, eso es cierto. Pero sólo lo necesario para aprender lo que tengamos que aprender y continuar hacia adelante. ¡Nada más!

La vista tiene que estar puesta en el futuro, porque mirar hacia el futuro es mirar hacia adelante. Y ahí es donde tenemos que tener puesta nuestra mirada, nuestras energías, nuestra inteligencia y nuestra fuerza.
En el futuro. Un futuro que no es sólo nuestro, un futuro que también pertenece a las generaciones venideras.

Por eso no os voy a hablar sobre el miedo. No, eso es pasado. O debe de empezar a serlo.

Os voy a hablar sobre la confianza, que eso sí es para mí futuro.
Eso es mirar hacia adelante.
Ese es el cambio.

Dejar atrás lo que ya no nos sirve.
Un modelo basado en el miedo de generaciones tras generaciones para pasar a otro donde el ser humano empieza a confiar en sí mismo, en sus cualidades, en esa fortaleza interior que mueve montañas...
Y dejar ya atrás a esos señores vestiditos de trajes de corbata con maletines negros que llegan amparandose en las sombras más oscuras y ofreciendo duros a cuatro pesetas.
No, los duros a cuatro pesetas no existen.
Vamos a dejar de confiar en esos seres de la tinieblas, esos seres del pasado, esos seres que nos asustan diciendo que o ellos o el paro, la miseria y el infierno.

¡Nooooo...! Eso Nunca, desconfiad de quien os meta miedo.
Ellos son el propio miedo y el propio infierno.

Ahora somos nosotros, nosotros y nosotros.
Y la gente del Palmar puede. Pueden y saben porque son gentes curtidas, gente del campo, sencilla, gente humilde y trabajadora. Y ahí es donde está la grandeza.

Lo que pasa es que esos otros, esos que nos vienen ofreciendo esos duros a cinco pesetas, nos quieren hacer creer que la grandeza la tienen ellos. Que ellos son los grandes, los poderosos, los salvadores. Y que sin ellos no somos nada. Eso es simplemente mentira. Nada más. Mentira.
Ellos, casi la mitad están metidos en la cárcel por estafas y sobornos, y casi la otra mitad están con causas pendientes, como esos que quieren construir aquí. Eso no es grandeza.

¡Eso se llama delincuencia !

Ustedes, la gente del Palmar sóis los grandes, los poderosos, vuestros propios salvadores.
Porque la grandeza está en la sencillez, en la humildad, y en la sabiduría que da el haber llegado hasta donde habéis llegado gracias a los duros sacrificios y al trabajo honrado de cada día.

Ahora son otros tiempos, Y sóis vosotros los que tenéis que gestionar vuestro propio futuro.
Y el dinero que el turismo genere en El Palmar que sea para los palmareños. Y no se lo lleven esos señores que prometen y prometen pero que luego son capaces de quitarnos hasta la sangre de nuestros propios hijos si a ellos les da la gana.

Os hablo a vosotros, los aquí presentes, aunque en realidad le hablo a todas las personas del Palmar y por extensión a todos los seres humanos.
Pero me dirijo a ustedes porque en estos momentos ustedes estáis representando aquí y ahora, en este momento presente, el futuro del Palmar.
Estáis representando a todos aquellos palmareños y palmareñas que creen que un futuro mejor es posible.
Estáis representando a casi toda la juventud del Palmar, que es el verdadero futuro.

Y la estáis representando, no porque ustedes queráis ser sus líderes ni mucho menos, sino porque a ustedes (A nosotros) nos ha tocado coger esa antorcha de la confianza, de los sueños, de las ilusiones. Esa antorcha que representa al nuevo mundo, a las nuevas ideas, esa antorcha que representa todo lo que muchos ya vislumbramos.
A nosotros nos ha tocado encenderla, levantarla, hacerla realidad y luego entregársela a las palmareñas y los palmareños de nuevo.

Y a ustedes, a mis amigos y amigas del Palmar os digo:
Confiad en vosotros, en vuestras cualidades , en vuestra fuerza y tened fe porque sóis unas personas grandes y fuertes y sobre todo buenas personas, honradas y trabajadoras...
Y os merecéis el fruto de vuestro trabajo.
Otros No.




Nada nos pertenece.
Todo es un regalo.
La vida es un regalo.

Y nadie (Salvo los ingnorantes) tira un regalo que le ha hecho quien más le ama.

Por favor: Amigas y amigos del Palmar cuidad de este regalo. Conservadlo.

EXIGID que respeten EL PALMAR.