Trastear es el arte de buscar, rebuscar, encontrar, hacer un diagnótico y aplicar las soluciones.







Hospitalidad peruana




La grandeza de la vida, la plenitud de la existencia no la podemos encontrar en distritos como Miraflores, ni la sencillez tampoco. No porque no se deba vivir así sino porque, en nuestra ignorancia, para vivir así perdemos el alma.

Me invitaron no hace mucho una familia de la provincia de Cañete a pasar el fin de semana con ellos, en su propia casa.
Raul dejó su propia cama, aquella donde duerme con su mujer y su hijito de ocho meses para que durmiese yo, a pesar de mi insitencia en que no.

Viven en un "asentamiento humano" con su madre viuda de sesenta y algo de años y demás familia, hermanos, hermanas, nietos, cuñadas, hijos, sobrinos en una sola vivienda a las afueras de la ciudad. El lugar es lindo, delante de la "vivienda" y separado sólo por una vereda y una acequia, el Valle verde de cañete, fuente de ingresos de la zona prácticamente dedicada a la agricultura y la ganadería. En la parte de atrás de la casa una cordillera de pequeñas montañas totalmente desértica. La casa ya está situada en la ladera de uno de esos estériles montes. La armonía, la concordia,la alegría, el respeto y las buenas energías y vibraciones son el clima general de la estancia allí. Ahora bien lo que sobrá de esas sensaciones falta en economía. La vivienda carece de agua potable y no potable, los canales de saneamiento ni se han oido nombrar, la luz eléctrica depende de cuando un señor vecino la quiere conceder pudiendo faltar varias veces al día, no os voy a describir como eran los electrodomésticos porque no los vi salvo el televisor. La techumbre de la casa es de un material natural sólo para que de sombra, afortunádamente en la zona llueve poco.

Pasé cuatro días con ellos que han sido de los más felices. Se mató un chancho (Cerdo) en señal de hospitalidad, si bien no era necesario para demostrar que era bien recibido ya que esa bondad se aprecia nada más entrar por las puertas de tan gran y honrada vivienda. En las comidas, conversabamos e intercambiamos puntos de vista con los adultos y algunos de los niños. Los animales no eran ni bien tratados ni mal tratados son simplemente unos seres más de la familia y por lo tanto gozan de los muchos o pocos privilegios de que ellos gozan también y por supuesto también de sus carencias. Lo que viví y como me sentí con los niños no podría explicároslo. Me llevaron a bañarme a su acequia, donde ellos se bañan a diario, allí jugamos, allí nos bañamos, corrimos, conversamos, grabamos videos (ellos grabaron ), hicimos fotos ( ellos también ) y sobre todo nos reimos, mucho; por la tarde subimos a la cima del monte donde hay una gran cruz, estubimos hasta bien entrada la noche, desde allí podiamos divisar todos los pueblecitos de los alrededores, y mientras oscurecía pudimos ir contemplando como se iban alumbrando en un espectáculo sencillo, limpio,bello, agradable y gratuito; también jugamos, corrimos, contamos cuentos y bailamos, ya bastante más cerca de las estrellas, mientra su tio Raul nos tocaba la guitarra y nos cantaba; ellos me llevaron También al mercado central de cañete y al parque Chavín de Huantar, y allí volvimos todos a disfrutar.

¿Os gustaría que os narrase cómo fue la despedida el lunes siguiente cuando me regresé a Lima ?
Nooooo, esas lágrimas, de alegría por lo vivido, por lo recibido y por lo aprendido, las derramé ya.

Ahora cuando me levantó por las mañanas y me pongo debajo de la ducha con mi agua calentita cierro el grifo mientras me jabono, lo cierro mientras me lavo los dientes, mientras lavo los platos, y cuando tengo que botar (tirar ) algo de agua la aprovecho para las flores. Ya lo hacía antes pero ahora lo hago con más conciencia.


Faltan cuatro días para las elecciones generales acá en Perú, no creo que ningún candidato se digne leer estas humildes lineas.

¡ Ahhhh...! si por casualidad lo hiciese alguno. ¡Ved, oid y callad...! Pero actuad, haced algo.

A Raul, con 22 años, le gusta el arte, el dibujo, la pintura, la escultura, la música; le gusta no, le encanta. Es su pasión. Estubo estudiando arte unos meses en Lima y lo tuvo que dejar porque falleció su padre y había que intentar comer algo. En estos momentos está en la selva postulando para la policía.

En el mundo falta arte y sobran policias.

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