Hacer más...

El último comentario recibido, entre otras cosas, pide, de una forma bastante sincera que tenemos que hacer algo más, que no nos podemos quedar parados. Para que El Palmar no se convierta en un desastre más.

Es cierto, en nosotros está parar esta masacre. Pero cuando me refiero a nosotros me refiero a todos. A todos los seres que habitamos este planeta.
Son nuestros comportamientos, nuestros hábitos, nuestra forma de entender la vida lo que nos está llevando a esta situación.

El Palmar no es más que una gota de agua en medio de un océano.
Responsabilizar a los politicos es sólo una forma de despojarnos nosotros de nuestra propia responsabilidad.

Cuando en Irak o en Afganistán hay una guerra y vemos que sus verdaderas causas no son las armas nucleares sino el petróleo entendemos que la responsabilidad es de todos.
Todo cuanto consumimos está de una u otra manera relacionado con el petróleo.
Y consumimos MUCHO, tal vez demasiado.
Tengo la imprensión que hasta demasiados libros impregnados de un PENSAMIENTO ÚNICO.
Y que no leemos ÉL que tenemos que leer.
Nuestro libro.

O cambiamos nuestros hábitos, o cambiamos nuestra manera de relacionarnos entre nosotros y con las cosas o esto no tiene solución.
Si esperamos que sean los políticos no hay nada que hacer. Los políticos somos nosotros, no son extraterrestres venidos de otra galaxia.

Sí, que cambie el mundo pero no mi mundo.
Esto no puede ser.

Claro los cambios dan miedo, siempre lo desconocido da miedo.
Pero la felicidad no está en tener sino en ser.
Y me da la impresión que en ser menos para poder ser más.
Para vivir más en armonía, mejor y más contentos.

Dar más... Hacer más...
Me dice esta persona.

Conozco el campo.
Y las frutas, las verduras y todo cuanto se cría en él no se puede cosechar hasta que no está madura.
La bulla es mala consejera en la agricultura.
Igual es la vida.
Hasta que las cosas no están madura no se pueden esperar resultados.

Esto no significa quedarse parados, ni cruzarse de brazos.
Significa comprender.
Entonces comprendemos también a los políticos y a la parte de nosotros que hay en ellos.
Y cuando comprendemos la solución llega sóla, porque durante el proceso de comprensión ha madurado la solución.

En el campo sabemos que la cosecha no se puede coger hasta que la fruta no está madura pero mientras tanto tenemos que seguir cuidándola, regándola, abonándola, binándola y estándo pediente para que ningún parásito se apodere de ella.
Y no es bueno regar más de la cuenta, ni abonar, ni binar.
Ni tampoco es bueno no hacerlo en espera de que la fruta madure sola.
El equilibrio es fundamental.

Si, seamos activos, trabajemos, hagamos.
Cada uno dentro de lo que sabe, puede y quiere.
Cada uno dentro de sus posibilidades.
Y que cuando por la noche nos acostemos podamos decir:
He aportado lo que he podido dentro de lo que sé en estos momentos y además también he intentado saber, comprender, entender un poquito más ( O no saber tanto...! )